El presidente argentino Javier Milei participó en los funerales del Papa Francisco en Roma, un evento que marcó un momento de reflexión tanto personal como político. Durante la ceremonia, Milei se mostró visiblemente conmovido, llorando en dos ocasiones, lo que contrastó con su habitual estilo confrontativo. Sin embargo, su llegada tardía al evento generó críticas en redes sociales y medios de comunicación, a las que respondió con ataques hacia los periodistas.

En Roma, Milei tuvo encuentros con líderes internacionales como Emmanuel Macron y Giorgia Meloni, quienes destacaron la importancia del evento en un contexto global. Según fuentes cercanas, el presidente argentino reflexionó sobre su rol institucional tras compartir momentos con otros mandatarios. A su regreso a Buenos Aires, Milei retomó su agenda con un acto en la Casa Rosada, donde condecoró al economista Jesús Huerta de Soto con la Orden de Mayo, destacándolo como una figura clave en su pensamiento político.

La muerte del Papa Francisco generó un impacto significativo en la política argentina, logrando una breve tregua entre oficialismo y oposición. En la Cámara de Diputados, se realizaron homenajes conjuntos al Sumo Pontífice, marcando un momento de unidad poco común en el país. Sin embargo, las tensiones políticas no tardaron en resurgir, especialmente en el contexto de las próximas elecciones legislativas.

La relación de Milei con el Papa ha sido históricamente controvertida. En el pasado, el mandatario lo acusó de ser "el representante del maligno", aunque posteriormente pidió disculpas en un encuentro privado. Este cambio de actitud fue destacado por algunos analistas como un intento de moderación, aunque otros consideran que es poco probable que Milei abandone su estilo combativo.

En redes sociales, el presidente continuó con su tono confrontativo, atacando a periodistas que lo criticaron por su llegada tardía al funeral. A pesar de esto, su participación en el evento y los encuentros con líderes internacionales podrían marcar un punto de inflexión en su gestión, aunque queda por ver si este cambio será duradero.

La política argentina, por su parte, enfrenta semanas decisivas con elecciones legislativas en puerta y tensiones internas en las principales coaliciones. La muerte del Papa Francisco, aunque trágica, ofreció un momento de unidad y reflexión en un escenario político marcado por la polarización.