El intendente de Córdoba, Daniel Passerini, ha tomado una decisión drástica al solicitar la renuncia de todo su gabinete, en un intento por reestructurar su gestión en medio de una crisis económica y política. La medida, que afecta a 580 funcionarios, busca reducir el tamaño del gabinete en un 30% y priorizar áreas clave como seguridad, economía y cultura.

La reunión en la que se comunicó esta decisión fue breve pero contundente. Passerini argumentó que la situación financiera del municipio es delicada, agravada por la baja recaudación y la falta de subsidios nacionales. Además, señaló que algunos funcionarios no han cumplido con las expectativas, lo que ha llevado a esta reestructuración.

Entre los cambios ya implementados, destaca la salida de Claudio Vignetta, quien ocupaba la Secretaría de Seguridad, y Guillermo Pizarro, de la Subsecretaría de Finanzas. En su lugar, se han incorporado técnicos cercanos al gobernador Martín Llaryora, lo que ha generado especulaciones sobre una posible intervención provincial. Sin embargo, desde el entorno de Passerini se insiste en que estos movimientos buscan consolidar un equipo eficiente y no representan una crisis de gestión.

La relación entre Passerini y Llaryora ha sido objeto de debate. Mientras algunos interpretan los cambios como una consolidación de equipo, otros los ven como un "manotazo" para recuperar el control en un año electoral crucial. La gestión municipal ha enfrentado críticas por inacción en ciertas áreas y una creciente demanda social, lo que añade presión a esta reestructuración.

En el ámbito político, la medida ha generado incertidumbre entre los funcionarios, muchos de los cuales podrían no ser reincorporados. Además, los gremios municipales podrían intensificar sus demandas, complicando aún más el panorama político. Analistas destacan que este movimiento podría ser clave para las elecciones legislativas de octubre, donde el oficialismo busca consolidar su posición.

En conclusión, la reestructuración del gabinete de Passerini es un movimiento audaz que busca enfrentar los desafíos económicos y políticos del municipio. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad de la nueva estructura para responder a las demandas sociales y fortalecer la gestión en un contexto de crisis.